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Luego de adquirir un local de casi 10.000 m2 en Lurín, IASA CORP, empresa dueña de la marca DO IT, decidió hacer una inversión importante para asesorarse y tener un sistema de seguridad que utilice equipos electrónicos y vigilantes. Así como IASA CORP, cada vez más empresas están demandando un tipo de seguridad que no se limita a colocar a un vigilante en la puerta.
Las empresas de vigilancia privada, las proveedoras de tecnología y las que transportan valores, lo que ahora están buscando los clientes son servicios más integrales y especializados. Si bien el 70% de clientes de empresas invierten en agentes de seguridad y el 30% lo hace de manera mixta (vigilancia y equipos), es la seguridad electrónica la que está creciendo con mayor voracidad que las empresas de vigilantes y esto se debe al avance de construcciones en el país y a un cambio de perspectiva por parte de las empresas frente al tema de la seguridad. Actualmente, los sectores que más invierten en seguridad electrónica son los bancos, las mineras y el sector farmacéutico.
Un ejemplo de ellos Clave 3 que se concentra en seguridad electrónica y cuyo 70% de ingresos proviene del rubro empresarial; sus clientes grandes los llaman para evaluar proyectos de seguridad más complejos. Dicha empresa empezó con la venta de alarmas y se dirigía principalmente a las residencias y hogares, sin embargo ahora dicho segmento representa el 25% de sus ingresos. El resto corresponde a su área de proyectos, que incluye la instalación de circuitos cerrados de televisión y el sistema de detección de incendios.
Es decir, los clientes también han madurado a la hora de demandar servicios y esto se debe a un cambio en el perfil de los compradores. Antes los compradores de seguridad de una empresa eran ex policías o militares, ahora son mucho más técnicos, incluso muchos son ingenieros industriales. Por ejemplo, el sector minero demanda mayor control con el medio ambiente y seguridad ocupacional, por eso es necesario que el personal de vigilancia que se destaque a una empresa minera esté preparado para detectar cualquier anomalía en esas áreas. La banca es uno de los sectores que más invierte en seguridad y tiene sus propios requerimientos. Cada banco tiene sus propios estándares, unos no necesitan cámaras y otros quieren cámaras que puedan grabar hasta la denominación del billete que recibe la cajera.
Por último, el crecimiento de la seguridad privada, que va a un ritmo del 10% anual, ya está ocasionando una escasez de vigilantes capacitados, por lo tanto se debe ser cuidadoso con el crecimiento y estructurar la empresa para atender a más clientes sin perder a los más antiguos.